Una vez más, el turismo, se enfrentaba a un nuevo reto, que no era otro que el de ver si las malas condiciones meteorológicas eran un mal condicionante para la actividad del turismo cultural.
Parece ser que los viajeros cada vez más concienciados con la belleza monumental de Úbeda y Baeza, se enfrentaron a las malas condiciones climatológicas paraguas o chuvasquero en mano y lanzaron su canita al aire para enfrentarse a ellas y poder disfrutar de nuestro legado.
En este sentido el puente ha sido una de las mejores épocas para el turismo y desde luego se han visto las ganas de viajar y el deseo de la gente de pasar un buen rato.
Al margen de la actividad quizás haya sido un momento perfecto para disfrutar en el cual los horarios de las visitas guiadas no se han visto influenciados por los chuvascos previstos, con lo cual hablamos de un clima ideal sin ningún tipo de frío ni calor y con el refrescante olor a azahar con el que la ciudad de Úbeda se engalana a finales de abril y principios de mayo.
Empresas hoteleras y turísticas han dicho que el puente ha sido bueno pero que la climatología ha sido pésima y eso ha hecho que la ciudad no tuviera un lleno absoluto.
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