A veces me pregunto si no estamos involuncionando, en otras palabras volviendo hacia detrás, subiéndonos a los árboles en lugar de evolucionar hacia super homo sapiens, convirtiéndonos otra vez en otros animales. Es vergonzoso que episodios como el del otro día en la Cueva de la Lobera de Castellar, se produzcan y estos personajes se crean que son los amos del lugar. La ignorancia probablemente sea la cosa más peligrosa del mundo y desde luego estos individuos pueden ostentar el título de malhechores de la sociedad, pues destruir el acceso a la cueva de la lobera es sinónimo de destrucción del pasado, no solo de Castellar, sino de toda la provincia de Jaén, que ha aportado una cantidad de dinero para valorizar ese pasado que forma parte de todos y de cada uno de los individuos.
Desde luego estas palabras son de condena, repulsa y por supuesto desprecio a estas acciones y a los personajes que las han hecho, pues lejos de ser los reyes del mundo, como sin duda se pensarán que son, son alimañas que merecen el castigo que la ley haya dispuesto para ellos.
Animamos a la acción ciudadana para que se movilice contra esto y esperamos que se les encuentre y reciban su merecido.
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