Cercano se encuentra ya el puento de todos los Santos y como viene siendo tradicional, la gente recuerda con especial valor a sus difuntos y no solo eso, sino que se prepara para el frío invernal que ya empieza a sentirse con sus caracterísiticos chubascos que sin duda anuncian el momento de envolver nuestro cuerpo con varias capas de calor y adornarnos con una hermosa bufanda a modo de lazo.
En este sentido y siendo ya la época del fruto del castaño, las hermandades de la ciudad se preparan cuchillo en mano rajando castañas, para servir a la gente las ricas castañas "pelaeras" asadas al fogón o ascua.
El recorrido siempre es el mismo, desde la plaza de Andalucía hasta el hospital de Santiago, un camino en el que los himnos de los castañeros se mezclan con la jovialidad de los cofrades que año tras año recuerdan grandes momentos mientras codo con codo comparten un momento de trabajo y esfuerzo para sacar unos eurillos que para su cofradía nunca estan de más.
Destacamos el puesto de Castañas y Gachas de Nuestra Madre y Señora de las Lágrimas y San Nicolás de Bari, que año tras año se coloca en el mismo lugar a no ser que la lluvia lo impida, trasladándose en su caso bajo los portales de la corredera, en el que encontrarés no solo los productos típicos de la tradición, sino también productos para ayudar a las hermanas clarisas franciscanas, que año tras año encuentran una casa más vieja y por desgracia deshabitada.
Disfrutad de las ricas castañas asadas y si es al ascua mejor que mejor, en la esquina de Hidalgo en la misma Plaza de Andalucía, y si llueve en los portalillo de la Trinidad, los castañeros de Nuestra Señora de las Lágrimas y San Nicolás de Bari, pala en mano prepararán con amor al ascua tu cartucho calentito que tanto necesitan tus manos en este frío al igual que con gran nostalgia en las gachas los de las lágrimas recordaran el sabor de la tradición del puente de todos los santos.
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