lunes, 12 de diciembre de 2011

La presentación del Libro sobre la Sacra Capilla del Salvador


El próximo viernes día 16 de diciembre a las 20’30 horas tendrá lugar, en el Hospital de Santiago de Úbeda, la presentación del libro titulado La Sacra Capilla de El Salvador de Úbeda. Estudio Histórico-Artístico, Iconográfico e Iconológico.

Este trabajo de investigación, realizado por el Historiador del Arte ubetense D. Francisco Javier Ruiz Ramos, constituyó en su momento una brillante culminación a los estudios de postgrado que el autor realizó en la Universidad de Granada, así como el culmen de los estudios e investigaciones que el mencionado autor realizó sobre la Sacra Capilla de El Salvador de Úbeda, uno de los monumentos más señeros de la Ciudad Patrimonio de la Humanidad.

El interés y compromiso de la Asociación Cultural Ubetense "Alfredo Cazabán Laguna" con los más profundos valores culturales que Úbeda y la provincia de Jaén atesoran, han hecho posible la edición electrónica de este libro que será presentado por el Profesor Titular de Historia del Arte en la Universidad de Granada, D. Lázaro Gila Medina.

A través de las páginas de esta obra, el autor nos adentrará en los aconteceres históricos que, desde la Edad Media, servirán de soporte para el surgimiento de la extraordinaria urbe renacentista del siglo XVI. De igual forma, se analizan acertadamente el importante papel que las grandes familias, encabezadas por los Cobos y los Molina, desempeñarán en la conformación de la nueva estética que la ciudad irá adquiriendo desde este siglo y que marcará por siempre el destino de la misma. Tras ello, va acotando su estudio analizando el concepto y evolución de los enterramientos hasta llegar a la Capilla Funeraria, describiendo las distintas variantes hasta su culminación en los grandes espacios funerarios que se erigirán, ya en la Edad Moderna, y de entre los que La Sacra Capilla de El Salvador se alza como singular ejemplo digno de los mayores elogios a nivel mundial.

Las diversas fases constructivas, su arquitectura, su escultura y la interpretación iconográfica e iconológica de la misma, así como el complemento aportado por los Bienes Muebles, son estudiados aquí presentando, de esta forma, un libro único en el que se aborda por primera vez de forma integral una monografía sobre el magnífico templo-panteón mandado levantar por Don Francisco de los Cobos.

Finalmente un amplio Apéndice Documental, en el que figuran entre otros documentos de interés los contratos de fábrica y un inventario de 1568, viene a cerrar este trabajo sobre la Sacra Capilla del Secretario de Carlos I de España mandase levantar en su ciudad natal.

"Espero que con este libro el lector aprenda, de un modo ameno y agradable, algo más sobre un edificio que viene a identificar y ejemplificar de forma magistral el carácter y belleza del Patrimonio de Úbeda. Quiero también agradecer la colaboración y el excepcional aporte fotográfico que, para la presente edición, han realizado Miguel Ángel Lechuga Álvaro, Baldo Padilla y Francisco Javier Rodríguez Vigo", ha declarado el autor.

El casco de Begijar ya es bien de interés cultural


Desde el pasado 3 de diciembre, y tras la friolera de 26 años de espera, el casco antiguo de Begíjar es considerado ‘Conjunto Histórico’, pasando a formar parte del Catálogo de Patrimonio Andaluz como Bien de Interés Cultural.

Ha tenido que pasar algo más de un cuarto de siglo para que, por fin, se reconozca el valor patrimonial de edificios de tanta relevancia como el torreón visigodo del siglo XI y el Palacio Episcopal, de estilo Renacentista. Lamentablemente, por el camino se ha perdido el cincuenta por ciento del patrimonio histórico local.

El responsable de que el cincuenta por ciento restante continúe, a día de hoy, en pie, es Santiago Vargas. Natural de Begíjar, lleva luchando prácticamente una vida (desde los 9 años) por la permanencia, conservación y difusión del patrimonio de su localidad. De hecho, desinteresadamente, decidió empeñar su futuro comprando hace décadas el torreón, el Palacio Episcopal y la casa de la escritora y poetisa, Patrocinio de Biedma. Para ello, no tuvo más opción que arrastrar una hipoteca que, como ha expresado el propio Santiago Vargas, “he ido rehipotecando decenas de veces por el simple hecho de que no los derriben”. “Es la única manera y alternativa viable que bajo mi punto de vista y, a pesar de mi juventud, pude concretar”, afirma.

Durante todo este tiempo, Santiago no ha contado con el apoyo de ninguna administración pública. De hecho, denuncia que la ayuda de todas las administraciones, “por activa y por pasiva, siempre ha sido cero”. Pero esto no ha supuesto un freno a las aspiraciones de Santiago de conservar los retazos todavía vivos de la historia de su pueblo. Así, en el año 2006, creó un Museo de Artes y Costumbres Populares de Begíjar en el Palacio Episcopal, únicamente respaldado por la Asociación Proyecto Cultura Joven y sufragado por él. De igual manera, Vargas es el principal artífice de la creación de un Museo Monográfico sobre la poetisa, natural de Begíjar, Patrocinio de Biedma. Su objetivo no es otro que realzar “la relación de la autora con la defensa de la infancia y su activismo como primera feminista de Jaén y una de las primeras en Andalucía”. En este último año, ha solicitado una subvención, por segunda vez, a la Asociación para el Desarrollo de La Loma y Las Villas, ADLAS, para la creación de un Centro de Interpretación en el torreón del siglo XI con tres salas dedicadas a Arqueológica, Histórica y el Centro de interpretación del Castillo de Begíjar. En cualquier caso, la respuesta ha sido negativa.

Pero, para donde a otros se les cierran puertas, a Santiago se le abren ventanas. Y es que, el tesón y la perseverancia de este hombre, convertido, hoy en día, en concejal de Cultura de Begíjar, han obtenido su merecida recompensa con la esperada catalogación. Precisamente, han sido esa tenacidad y su amor por su pueblo lo que ha llevado a ejercer un cargo público. En su mente: el llegar a “una determinación justa y que, por lo que he luchado, siga manteniéndose en el tiempo”.

UN EXPEDIENTE DE HACE 26 AÑOS

Hay que retroceder a 1985 para encontrar el origen del procedimiento de inscripción del sector delimitado de Begíjar en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural, con la tipología de Conjunto Histórico.

La iniciativa inicial tuvo lugar bajo el abrigo del Partido Comunista. Entonces, se delimitó el sector que sería incluido en la declaración, incluyendo el torreón y el Palacio Episcopal. Tiempo después, el procedimiento se vio paralizado pero, lo que es peor, no se respetó el patrimonio de la localidad, pese a que los Ayuntamientos de los municipios competentes tienen el deber de cumplir con la Ley tal y como si la Catalogación hubiera sido resuelta. “Bajo mi punto de vista, no se ha cumplido nunca con ninguna de estas leyes”, apunta Santiago Vargas y añade que “el deterioro ha sido más acusado cada vez con el paso de los años, sobre todo en la última década”. Para el begijense, la tardanza “se debe en buena parte al desinterés de la antigua corporación municipal”.

UN ANTES Y UN DESPUÉS PARA BEGÍJAR

Para Santiago Vargas, la Catalogación del sector delimitado de Begíjar como Conjunto Histórico, supondrá “un antes y un después en el maltrecho Patrimonio de Begíjar, castigado sin piedad, sobre todo en los cuatro años de esta última legislatura, donde edificios importantísimos, simbólicos y de una arquitectura incomparable han desaparecido ante la mirada atónita de todos y haciendo caso omiso a las voces de alarma de mucho begijenses”.

Ahora, la recuperación y puesta en valor del conjunto histórico, supondrá una vía alternativa para que muchos vecinos de Begíjar puedan ganarse la vida más allá del olivar, principal fuente de ingresos en la localidad. Y es que, por su cercanía con las ciudades Patrimonio, Úbeda y Baeza, el turismo se irá abriendo paso, poco a poco, aportando mayor riqueza al municipio. Se trata de un “modo de desarrollo sostenible por el que el Ayuntamiento y la Concejalía de Cultura y Turismo van a trabajar duro y de forma determinante”, afirma Santiago Vargas, quien reconoce que la Catalogación “personalmente, es para mí el mejor premio recibido a toda una vida dedicada a proteger y difundir el legado Cultural de Begíjar a través de su Patrimonio tangible e intangible, sobre todo cuando te sientes apoyado por la gran mayoría del pueblo y compartes noticias tan agradables y positivas como lo es ésta”.

La Catalogación como Conjunto Histórico se alza como un castillo invisible, sombra de aquel que un día tuvo Begíjar; fortaleza en defensa del patrimonio local. Así, desde el pasado 3 de diciembre, y a golpe de esfuerzo y dedicación desinteresada, se escribe un nuevo capítulo de su historia.

Expolio con final feliz

El 'pitero' lo saca de debajo de la tierra, donde lleva siglos, con la sutileza de una azada. Y se lo vende a su contacto. Éste lo prepara y lo revende por mucho más a otro que conoce a gente que conoce a gente. Y así hasta el coleccionista. Es la cadena que siguen miles de piezas arqueológicas expoliadas de los yacimientos arqueológicos de Jaén, una de las provincias con más patrimonio por desenterrar de toda España. Sin embargo, para algunas piezas, sólo para unas pocas, la cadena se rompe en algún eslabón. Y las piezas acaban en manos de la Justicia, que a su vez las confía a la vitrina de un museo. El Museo Provincial de Jaén exhibe varios de esos tesoros arrebatados a los expoliadores.

«La inmensa mayoría de los fondos del Museo proceden de las excavaciones científicas que se realizan en al provincia», explica la directora del Museo Provincial, Francisca Hornos. Sin embargo, el Museo tiene bajo su custodia miles de piezas recuperadas de expolio. En los últimos cuatro años hay media docena de depósitos judiciales. Lo normal es que trate de monedas, lápidas, cerámica de cierto valor ... Pero la Justicia lleva poniendo en manos del Museo sus hallazgos desde 1970. En algunas ocasiones, la Historia se ha confabulado a favor de la ciencia.

Ocurrió con un depósito procedente de una operación de la Unidad contra la Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía de Jaén en octubre de 2011. Las piezas habían estado en el mercado negro durante cinco años. En 2006, Cultura detectó un expolio en la zona de Atalalluelas, en Fuerte del Rey. Los 'piteros' habían detectado con sus detectores de metales un santuario ibero y habían entrado a saco con las azadas. Con lo que dejaron, los arqueólogos hicieron un trabajo científico de excavación, y se dio parte a las autoridades. Un lustro después, las piezas que estuvieron enterradas juntas durante siglos y que los expoliadores separaron han vuelto a juntarse. Y el conjunto encaja. «Es evidente que las piezas tienen la misma procedencia. Los expoliadores buscan fundamentalmente metal, y desechan la piedra o la cerámica. Sin embargo el científico lo que busca es la relación entre todos los elementos. Con el expolio se pierde mucha información», explica la directora del Museo.

Ofertas por internet

Aún pendientes de restauración hay un conjunto de piezas que se exhibe en una vitrina. Están allí y no en cualquier otro lugar del mundo prácticamente por casualidad. Una lanza doblada al fuego, una urna y un plato. Es el ajuar prácticamente completo de una tumba ibera. Un lote que se interceptó en Andújar en 1990. Se habían ofrecido a varios museos del mundo, buscando el mejor postor a través de internet. Lo habían sacado de una zona arqueológica en Espeluy.

Otras piezas con las que se alió la fortuna para que no acabasen en manos de un coleccionista por una buen fajo de billetes son la colección de piezas de oro del Giribaile. A finales de los años ochenta una pareja de la Guardia Civil le dio el alto a un coche. En el registro se encontraron piezas arqueológicas. Entre ellas, unas plaquitas de oro delicadamente labradas, con filigrana, muy repujadas. Las personas que las llevaban no pudieron presentar facturas ni documentos que acreditasen que eran los dueños legítimos. Hoy son una de las piezas más vistosas del Museo. Se exhiben en una vitrina aparte, en un lugar preferente, como ejemplo de la orfebrería ibera del primer milenio antes de Cristo. «Son valiosas por la estilística», precisa la directora del Museo. De hecho, fueron exhibidas en la famosa exposición del Tesoro del Carambolo en Sevilla en 2010 como préstamo del Museo de Jaén.

De La Lobera a La Lobera

Los exvotos de la Cueva de la Lobera de Castellar también han hecho un curioso viaje de ida y vuelta en el tiempo y el espacio. Fueron expoliados y recuperados a finales de los años 80. Estuvieron en Jaén durante años y ahora algunos de ellos han viajado hasta Castellar. Al nuevo museo de la Cueva de Lobera.

¿Cómo llegan las piezas desde la intervención policial a una vitrina? «El Museo depende de la delegación provincial de la Consejería de Cultura, que es la administración competente para la protección del patrimonio y con la que se pone en contacto el juez», dice Francisca Hornos. Además de los tesoros recuperados que se exhiben, hay otras muchas piezas a a la espera de destino. La fiscal especializada en Patrimonio, Isabel Uceda, señala que la Fiscalía hace informes jurídicos para desposeer a los expoliadores de las piezas y que puedan pasar al dominio público.

Santa María ya se encuentra completa

La Iglesia Mayor Colegiata de Santa María de los Reales Alcázares, que reabrió sus puertas el 8 de Mayo de 2011, se ha visto por fin completada con el único elemento que le faltaba por restaurar. Por supuesto no estamos hablando de cualquier elemento, estamos hablando de la capilla en la que la imagen de la semana santa más venerada por los Ubetenses, la del Nazareno ha reabierto sus puertas, y lo ha hecho casi siete meses después de la reapertura de la Iglesia.

El motivo del cierre pese a que para el dia de la reapertura era visitable, no era otra cosa que la polémica suscitada por la restauración del baldaquino, ya que bueno, la Iglesia mientras estaba en obras precisó del uso de la capilla para almacenamiento de materiales, y eso generó un gran destrozo en el elmento, ante lo cual la junta de Andalucía no se ha responsabilizado al entender que era deber de la hermandad si la Iglesia permanecía cerrada por obras desmantelar y proteger los elementos más débiles o suscitables de destrucción por los trabajos de restauración.

En este sentido se han llevado a cabo unas obras de restauración costosas, primero por la embergadura del trabajo a seguir y segundo por la dificultades económicas, en la que la obra de Palma Burgos se ha visto reforzada pues luce de nuevo con gran belleza y sobriedad.

La restauración sin duda todo un acierto, hacen del espacio un lugar admirable, una capilla hermosa y un espacio para el futuro donde venerar a la cofradía más grande, en la capilla más grande, de la Iglesia más grande.